La Comunión
Llegamos por fin al momento más importante de la Misa,
que es la Eucaristía.
La Comunión o Eucaristía es el centro de toda la celebración eucarística.
Comulgar es recibir a Cristo mismo que se ofrece por nosotros.
El momento de la comunión es cuando el sacerdote se acerca a distribuir el alimento de la Eucaristía.
A este sacramento se lo llama también Comunión porque al recibir el cuerpo de Cristo, entramos en una íntima y profunda común – unión con Él.
Cristo se entrega en la comunión como alimento, como
“pan vivo bajado del cielo”, que va transformando en Él
a quienes lo reciben.
Cuando alguien come algo, eso que ha comido se convierte en parte de tu cuerpo y se hace uno contigo y ya nadie lo puede separar. Cuando recibimos el Cuerpo de Cristo, con este alimento sucede algo distinto, no sólo se vuelve parte de nosotros, sino sobre todo nosotros nos volvemos en aquello que comemos, nos hacemos más como el Señor. Este es el verdadero alimento, el alimento de vida eterna, que quien lo reciba, vivirá para siempre.
“El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí
y yo en él. Y así como yo vivo por mi Padre,
así también el que me come vivirá por mí”(Jn 6,57).
En ese momento puedo comulgar con la boca, abriendo la boca y sacando la lengua; o puedo presentar las manos para que el sacerdote apoye la Eucaristía en mis manos y yo me la lleve a la boca estando delante de él.
Les dejo una actividad para que repasemos todo lo que aprendimos sobre la misa👇
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¡Hasta la semana que viene!
Seño Moni
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