¡Hola nuevamente!
Anteriormente estuvimos hablando de las comidas.
Antes de morir, Jesús se reunió a compartir la cena pascual con sus amigos, los apóstoles. Allí les anunció que iba a dar su vida por la salvación de todos. Él es el Cordero de Dios, inmaculado, que da la vida por todos los hombres.
En la Última Cena, Jesús instituye la Eucaristía con las palabras que, a partir de entonces, los sacerdotes repiten para consagrar el pan y el vino en cada misa.
Al repetirlas en memoria suya, se vuelve a hacer presente su entrega en la cruz y su resurrección por nuestra salvación.
La Misa es la renovación de gestos que Jesús hizo en la Última Cena. En el ofertorio, se llevan al altar el pan y el vino, las mismas cosas que Jesús tomó en sus manos.
Te propongo que escuches y cantes una de las canciones que usamos para el momento del ofertorio: Bendito seas Señor. ¡La sabés, así que cantala fuerte!
Hacé click en este link para poder escucharla.
Completá: Lucas 22, 19-20
“Esto es mi …………………………………………. que se entrega por ustedes. Esta es mi ……………………………….. que será derramada por ustedes y por todos los hombres”.
Desde la Última Cena, Jesús se queda para siempre en la Eucaristía, para vivir en nuestro corazón. Jesús les deja una misión a los apóstoles, y a sus sucesores, para que ellos puedan hacer que también otros reciban a Jesús.
La Pascua cristiana corresponde al día en el que celebramos la Resurrección de Jesús. Con ella finaliza la Semana Santa, iniciada el Domingo de Ramos, y durante la cual se conmemoran la Última Cena y la muerte de Jesús en la cruz.
Respondé:
¿Ustedes se reúnen en familia para celebrar la Pascua?
¿Dónde?
¿Con quién?
¿Qué comida suele haber en esa celebración?
Hoy te invito a poner en práctica una nueva costumbre: bendecir la mesa todos los días antes de comer.
Acá de dejo una oración cortita, y se pueden ir turnando en casa para decirla una vez cada uno:
Porque me das de comer, muchas gracias, Señor.
Sé que hay muchas familias que hoy no comerán...
Danos a todos el pan de cada día.
Amén.
¡Hasta la semana que viene!
Seño Moni.